La iniciativa, según explicó Macri, no solo busca rendir tributo al primer Papa argentino, sino también recordar al ciudadano porteño que, con humildad y sencillez, transitó las calles de la ciudad antes de alcanzar el liderazgo mundial. 

"Francisco fue ese ciudadano que viajaba en subte hacia la Catedral y el Arzobispado. En los andenes bendecía, saludaba, escuchaba a quien se le acercaba buscando consuelo o ayuda", expresó Macri en un comunicado. 

El jefe de Gobierno destacó la cercanía y el espíritu de servicio del entonces cardenal Jorge Bergoglio, quien, a pesar de su posición, se mezclaba con los pasajeros y ofrecía consuelo a quienes lo necesitaban. El proyecto de ley busca que las generaciones futuras recuerden que, en los andenes de la estación Catedral, alguna vez viajó un hombre que inspiraría al mundo entero con su mensaje de diálogo, paz y encuentro. 

"Renombrar la estación es un gesto simbólico con las generaciones futuras, para que cada vez que pasen por allí recuerden que, alguna vez, entre ellos, viajaba alguien que inspiraría al mundo entero", afirmó Macri. 

La estación Catedral, ubicada en pleno centro porteño, frente a la Catedral Metropolitana, adquiere así un nuevo significado, convirtiéndose en un recordatorio permanente del legado del Papa Francisco y su vínculo con la ciudad que lo vio crecer. 

La propuesta ha generado diversas reacciones en la opinión pública, con muchos ciudadanos expresando su apoyo a la iniciativa, mientras que otros han planteado debates sobre la pertinencia del homenaje. La Legislatura porteña deberá ahora debatir y votar el proyecto de ley para determinar si la estación Catedral llevará el nombre del Papa Francisco.