El acto se produjo en un momento de máxima tensión con Javier Milei, luego de que el Senado —que ella preside— volviera a desmarcarse del Ejecutivo y aprobara un nuevo aumento de dietas.
Pero además, el jefe de Gabinetene, Guillermo Francos la ligó con que fue ella quien acercó a Spagnuolo a las filas libertarias.
El caso Spagnuolo también le valió un cruce en estas horas con Mayra Mendoza, dirigente de confianza de Cristina Kirchner. “Tratame con respeto, que soy la vicepresidenta de la Nación”, le exigió a la intendenta de Quilmes, quien también la involucró en el escándalo de los audios, aun cuando Villarruel no está mencionada en las grabaciones que se difundieron hasta el momento.
Durante la inauguración del Muro de Contención Costero en Comodoro Rivadavia, Nacho Torres cargó contra la administración kirchnerista local y cuestionó la falta de transparencia en la ejecución de obras públicas: “No existe corrupción buena o corrupción mala, no hay corrupción aceptable: toda tiene consecuencias”.
El mandatario pidió al intendente Othar Macharashvili que garantice, junto con la Provincia, que esos recursos regresen a los contribuyentes. “En Comodoro se malgastó dinero por demagogia electoral y eso es inadmisible. Los vecinos fueron estafados durante más de diez años con obras paralizadas”, señaló Torres.
Con su viaje a Chubut, la vicepresidenta retomó así su agenda federal con un componente personal: vivió parte de su infancia en esa provincia, donde su padre estuvo destinado por el Ejército.
Villarruel comenzó a hace meses a desplegar una estrategia de cercanía con los gobernadores, con viajes frecuentes y apariciones institucionales que buscan mostrar un perfil propio.
Desde fines de junio, ya visitó Chubut, Corrientes, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Rosario y Salta, en una secuencia que se lee como un intento por construir volumen político más allá de la estructura libertaria, de la que quedó marginada tras el armado electoral definido por Karina Milei y los Menem.












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