“Vamos a apelar esta decisión insólita que atenta contra los intereses de los porteños”, anunció en su cuenta de X Jorge Macri tras sostener que la justicia quiere “obligarnos a financiar nuevamente el traslado de los cartoneros de Grabois desde el conurbano”.
En julio pasado el Gobierno porteño dejó de financiar el traslado diario de cartoneros provenientes de la provincia de Buenos Aires que trabajan en la Ciudad. Estiman que tenía un costo de 6.000 millones de pesos por año. Según se informó, la mayor parte de esos beneficios los percibía un grupo reducido de cooperativas vinculadas a Juan Grabois.
El Gobierno porteño sostuvo que el sistema de reciclado de la Ciudad está integrado por más de 6.000 recuperadores urbanos, organizados en doce cooperativas y que, de ese número, hay 3.100 que pertenecen a agrupaciones vinculadas al dirigente social. Esas eran las cooperativas que accedían al beneficio de traslados gratuitos a CABA, entre ellas Amanecer de los Cartoneros, Madreselvas, Recuperadores Urbanos del Oeste y Cartonera del Sur.
El Juzgado de 1° Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario había hecho lugar a la presentación realizada por la Federación de Cooperativas de Reciclado. La Ciudad, por su parte, informó que acatará la decisión y repondrá el servicio de traslado de los cartoneros desde el Conurbano hasta tanto la Justicia se expida sobre la cuestión de fondo.
El servicio de traslado de recuperadores urbanos no está contemplado como una obligación a cubrir por parte del Estado en los términos del llamado Concurso Público N.º 1/2021, que regula el funcionamiento del sistema, destacaron desde Uspallata.
Fuentes porteñas habían explicado que la Ciudad no se encargaba de los traslados, sino que los viajes se financiaban a través de dinero que se giraba directamente a las cooperativas para que ellas lo administraran.
Hasta fines de 2024 se hacía el pago directamente a las cooperativas, que repartían luego el dinero a más de 2.000 recuperadores. A partir de 2025, se bancarizó a todos los trabajadores del sistema y los pagos comenzaron a hacerse a través del Banco Ciudad en forma directa para evitar los intermediarios.
Esa modificación, puntualizaron, garantiza mayor control y trazabilidad y fortalece la transparencia en el uso de los recursos, además de asegurar que cada trabajador cobre exactamente por el trabajo que realiza.
Por otro lado, destacaron que se implementó un sistema de control de asistencia mediante dispositivos biométricos para asegurar “que los pagos lleguen exclusivamente a quienes cumplen efectivamente sus tareas” y que, a partir de esa medida, sólo en el primer mes aumentaron un 45% los descuentos por ausencias injustificadas.



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