Escoltado por sus funcionarios más cercanos, Milei intenta mostrarse en control de la situación luego del revés electoral que convulsionó a los mercados, a la tropa interna y puso a prueba la gobernabilidad. Para eso, está mañana volvieron a verse las caras en Casa Rosada la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el asesor Santiago Caputo y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Se trata del equipo más íntimo que rodea al libertario y que solía frecuentar el despacho presidencial ubicado en el primer piso de Casa Rosada los martes de cada semana durante el mes de octubre del año 2024 hasta que el propio libertario optó por disolver la instancia de intercambio.
Según fuentes gubernamentales, el objetivo de la coordinación es debatir además los pormenores de la gestión, con intención de llevar los temas ya procesados a las reuniones de Gabinete.
“Está mucho más apuntada a la gestión, no solo a la política. Después pasamos los temas al Gabinete”, sintetizó uno de los integrantes.
Asimismo, el reducido intercambio apunta a sumar más actores al sulfatado Triángulo de Hierro en tensión por la disputa estratégica a la hora de cerrar las listas y tejer alianzas. Se trata de un gesto en respuesta directa a la derrota (47% a 33%) y a los escándalos de corrupción y peleas públicas, que golpeó al oficialismo.
“No se habla de los charlado en la mesa”, sentenció otra importante voz al término.
Esta mañana, el primero en llegar a Balcarce 50 fue el mandatario. Lo hizo a las 8.58, de buen semblante, en uso del particular sobre todo de cuero negro y se encaminó a sus oficinas ubicadas en la planta alta.
Acto seguido, el vocero presidencial fue el segundo en incorporarse al intercambio, seguido por Bullrich, quien llegó minutos antes de las 9.30. Poco después desfiló por el salón de los Bustos, Santiago Caputo.
Los únicos que llegaron algunos minutos pasados al horario de convocatoria fueron Martin Menem, carpeta en mano, uno de los apuntados por un sector del Gobierno que le atribuye la responsabilidad en la derrota por los comicios en los que se repartieron los lugares en la Legislatura bonaerense, y Guillermo Francos, que hizo su ingreso con gesto adusto.
El accionar que demuestra el libertario responde al anticipo de la “profunda autocrítica” y la necesidad de “no repetir los mismos errores” que planteó Milei en el breve discurso que dio el pasado domingo en el búnker de La Libertad Avanza en Gonnet.
















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